martes, 11 de octubre de 2022

¿Cómo enfrentan los adolescentes la pérdida y el duelo?

 



¿Cómo enfrentan los adolescentes la pérdida y el duelo?

 

Con anterioridad ya hemos visto los procesos de duelo durante la niñez, que abarca desde los primeros meses de vida, hasta los doce años de edad. En esta ocasión nos compete la pérdida y el manejo del duelo en los adolescentes. Antes de entrar en materia, contemplemos tres etapas de adolescencia; adolescencia temprana que va de los 10 a los 13 años, media de los 14 a los 17 y tardía de los 18 a los 21 o más.

 

Algunas características de las tres etapas de la adolescencia

 

En la adolescencia temprana, los niños que presentan esta característica crecen más rápido, con notorios cambios corporales, mismos que pueden generar ansiedad, empiezan a cuestionarse la identidad del género, su conceptualización y visión del mundo es extremista y marcada de egocentrismo, requiriendo mayor espacio para realizar sus asuntos y privacidad (Allen, B & Waterman, H).

 

La adolescencia media, marcada por la continuación de los cambios físicos que iniciaron con la pubertad, aunque los cambios son más evidentes, se tiene la presencia del acné, despertar hormonal, en las mujeres ya se tiene desarrollado su sistema reproductor y ya presentan menstruaciones; lo anterior como antecedente, a manera de ejemplo que en esta etapa se presenta un despertar hormonal, que seguramente influirá en el comportamiento, en las peleas con los padres  y decisiones que a su corta edad pudieran presentar (Allen, B & Waterman, H).

 

Por último, la adolescencia tardía, donde la gran mayoría de los jóvenes ya completaron su desarrollo físico, suelen tener mayor control sobre sus impulsos, toman mejores decisiones, tienen un carácter un poco más firme y mayor sentido de individualidad. En general tienen mayor estabilidad en su relación con su entorno social (Allen, B & Waterman, H).

 

El desarrollo cognitivo durante la adolescencia

 

Contemplemos que como lo vimos en entregas anteriores, la pérdida y el duelo está relacionado con una serie de factores como el manejo de las emociones ante la pérdida, conductas previas y posteriores al evento, la estimulación recibida en el núcleo familiar durante sus primeros años de vida, así como factores aprendidos en el manejo de situaciones emocionalmente comprometidas.

 

En definitiva, cada ser humano confronta la pérdida y el duelo de manera distinta, según su formación, entorno social en el que se desarrolló, cultura, escolaridad, desarrollo de habilidades blandas y cognitivas. Es por ello que el manejo de estos dos conceptos, las emociones, actitudes y acciones que desencadena de manera interna y externa por parte del paciente, requieren de un grado elevado de especialización por parte del terapeuta tratante.

 

Como se indica en párrafos anteriores, uno de los factores que influyen en el adolescente para confrontar la pérdida y el duelo es el desarrollo cognitivo. En resumen, podemos mencionar las tres etapas de la adolescencia según (Gaete, 2015) relacionadas con el desarrollo cognitivo:

 

·         El desarrollo cognitivo en la adolescencia temprana, es donde surge el pensamiento abstracto o formal, se hace uso de habilidades complejas para la toma de decisiones, mismas que son determinantes para el desarrollo de creatividad y desempeño académico incrementando las demandas de este para mejorar el rendimiento escolar, en esta etapa el pensamiento es inestable y se tiende a lo que se dice coloquialmente, soñar despierto, esto es usado para resolver problemas cotidianos. Durante esta etapa el adolescente se encuentra en busca de su identidad.

·         Durante la adolescencia media, el ser humano tiene una mayor conciencia sobre sus acciones, los riesgos que están dispuestos a correr y se encuentran en una búsqueda constante de recompensas y/o sensaciones, se inicia el proceso de maduración del sistema socioemocional, aun mayor que el cognitivo, sobrepasando la capacidad regulatoria de este último; por ello los adolescentes en esta etapa son una explosión de emociones en busca de recompensas, por ello sus acciones y conductas son más irracionales. Sin embargo, durante esta etapa se incrementan las habilidades relacionadas con el pensamiento abstracto y el razonamiento.

·         En la adolescencia tardía, se cuenta con un pensamiento abstracto firme, contemplando también la calidad de la experiencia escolar para que el sujeto pueda alcanzar el pensamiento hipotético-deductivo característico de un ser humano adulto, desarrolla la habilidad de causa efecto e incrementa su habilidad para la solución de problemas.

 

 Adolescencia y el duelo

 

Para un adolescente el manejo y comprensión de la muerte o pérdida es similar a la percepción y actuar de un adulto; no olvidemos que, durante su crecimiento y desarrollo de habilidades para la vida, el ser humano de manera constante es condicionado por su primer círculo “núcleo familiar”, el medio ambiente y el entorno social donde se desenvuelve.

 

Las acciones y reacciones son las mismas que un adulto, sin embargo, sus emociones se viven con una mayor intensidad; por ello y al ser una etapa de transición e independencia, esta etapa está marcada por la generación constante de conflictos con sus figuras de autoridad, en este caso, sus padres. Durante esta etapa se fantasea con la muerte propia y de sus seres queridos e incluso se llega a considerar la idea del suicidio como salida del sufrimiento que genera una pérdida (Artraz, 2017).

 

En esta etapa por lo regular existe el temor de expresar el dolor que sienten por miedo a ser interpretado como debilidad, por lo cual el adolescente aparentaría renunciar a su duelo, pero esto no es así. Ante la muerte de un ser querido maximizará las cualidades que tenía este y dejará a tras la parte de su personalidad y trato que no le resultaban tan agradables (Artraz, 2017).

 

El duelo podríamos considerarlo como la respuesta automática que tiene el organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, el cual prepara al ser humano para confrontar la consecuencia de una situación. Ante un evento de pérdida, se genera angustia y estrés, influido claro está, por la percepción que se tenga del evento. Por ello se supondrá una activación de procesos internos fisiológicos, orgánicos y cognitivos que prepararan al organismo para una actividad motora intensa (Fuillem, 2019).

 

El en aspecto físico un adolescente puede presentar cambios bruscos de peso, esto se genera ya que después del golpe emocional que sufre el individuo, se genera un desajuste fisiológico o simplemente comer en exceso por la ansiedad generada ya que el comer actúa como un regulador de la emoción que vive el adolescente. También se presentan dolencias no específicas como agotamiento, tensión muscular, dolor de cabeza, complicaciones gástricas; también los ataques de pánico podrían generar somatización grave, generando mareos y otras afectaciones a órganos, como por ejemplo enfermedades relacionadas con el corazón (Pastor, 2019)

 

A nivel cognitivo pueden presentarse afectaciones y cambios en habilidades cognitivas, afectando el día a día en el rendimiento y convivencia de los adolescentes, presentando en algunos casos desorientación durante las primeras semanas posteriores a la pérdida el mundo no le parece real. El adolescente comienza a postergar sus obligaciones, al enfocarse en el evento de pérdida se agota mentalmente y olvida sus obligaciones, divaga, pierde concentración y no se enfoca en soluciones lógicas a los eventos que se presentan de manera cotidiana (Pérez, 2019).

 

Las afectaciones y cambios socioemocionales, se presentan dadas las características del evento y de la magnitud de emociones que el adolescente experimenta durante el proceso; el adolescente suele sentirse confundido por el dolor que siente. Su trato con las personas que le rodean puede tornarse errático y explosivo. El enojo manifestado a través de la rabia puede proyectarse en supuestos culpables como Dios, la vida, familiares cercanos o amigos. La culpa, la tristeza y el anhelo pueden generar conductas antisociales, aislamiento y apatía por la convivencia en círculos sociales (Pérez, 2019).

 

Comparto el siguiente mapa donde de manera general se plasma lo antes dicho:



Fuentes de consulta

 

1.     Allen,B & Waterman, H. (mayo 21, 2019). Etapas de la adolescencia. agosto 24, 2019, de American Academy of Pediatrics Sitio web: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/teen/Paginas/Stages-of-Adolescence.aspx

2.     Gaete, V. (diciembre, 2015). Desarrollo psicosocial del adolescente. agosto 24, 2019, de Scielo Sitio web: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0370-41062015000600010&script=sci_arttext&tlng=en

3.     Artraz,B ; Sierra, E; González,F; García,J; Blanco, V & Landa, V. (2017). Guía sobre el duelo en la infancia y la adolescencia. agosto 24, 2019, de Colegio de médicos de bizkania Sitio web: http://www.sepypna.com/documentos/Gu%C3%ADa-sobre-el-duelo-en-la-infancia-y-en-la-adolescencia-1.pdf#targetText=Cuando%20nos%20referimos%20a%20duelos,de%20alguien%20o%20algo%20significativo.&targetText=La%20separaci%C3%B3n%20de%20los%20padres,muerte%20de%20un%20ser%20querido

4.     Fuillem,V; Romero,R & Ramírez,O. (agosto 25, 2019). MANIFESTACIONES DEL DUELO. agosto 25, 2019, de Sociedad Española de Oncología Médica Sitio web: http://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/sociosyprofs/documentacion/manuales/duelo/duelo08.pdf

5.     Pastor, P. (agosto 25, 2019). Trastornos físicos durante el proceso de duelo. agosto 25, 2019, de Fundación Mario Losantos del Campo Sitio web: https://www.fundacionmlc.org/trastornos-fisicos-duelo/

6.     Pérez, Efraín. (agosto 25, 2019). Síntomas físicos, emocionales y cognitivos del duelo. agosto 25, 2019, de Comunidad Discapacidad Motriz Sitio web: https://discapacidadmotriz.org/los-sintomas-del-duelo/

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