¿Cómo enfrentan los
adolescentes la pérdida y el duelo?
Con anterioridad ya hemos visto los procesos
de duelo durante la niñez, que abarca desde los primeros meses de vida, hasta
los doce años de edad. En esta ocasión nos compete la pérdida y el manejo del
duelo en los adolescentes. Antes de entrar en materia, contemplemos tres etapas
de adolescencia; adolescencia temprana que va de los 10 a los 13 años, media de
los 14 a los 17 y tardía de los 18 a los 21 o más.
Algunas características
de las tres etapas de la adolescencia
En la adolescencia temprana, los niños que
presentan esta característica crecen más rápido, con notorios cambios
corporales, mismos que pueden generar ansiedad, empiezan a cuestionarse la
identidad del género, su conceptualización y visión del mundo es extremista y
marcada de egocentrismo, requiriendo mayor espacio para realizar sus asuntos y
privacidad (Allen, B & Waterman, H).
La adolescencia media, marcada por la
continuación de los cambios físicos que iniciaron con la pubertad, aunque los
cambios son más evidentes, se tiene la presencia del acné, despertar hormonal,
en las mujeres ya se tiene desarrollado su sistema reproductor y ya presentan
menstruaciones; lo anterior como antecedente, a manera de ejemplo que en esta
etapa se presenta un despertar hormonal, que seguramente influirá en el
comportamiento, en las peleas con los padres y decisiones que a su corta edad pudieran
presentar (Allen, B & Waterman, H).
Por último, la adolescencia tardía, donde la
gran mayoría de los jóvenes ya completaron su desarrollo físico, suelen tener
mayor control sobre sus impulsos, toman mejores decisiones, tienen un carácter
un poco más firme y mayor sentido de individualidad. En general tienen mayor estabilidad
en su relación con su entorno social (Allen, B & Waterman, H).
El desarrollo
cognitivo durante la adolescencia
Contemplemos que como lo vimos en entregas
anteriores, la pérdida y el duelo está relacionado con una serie de factores
como el manejo de las emociones ante la pérdida, conductas previas y
posteriores al evento, la estimulación recibida en el núcleo familiar durante
sus primeros años de vida, así como factores aprendidos en el manejo de
situaciones emocionalmente comprometidas.
En definitiva, cada ser humano confronta la
pérdida y el duelo de manera distinta, según su formación, entorno social en el
que se desarrolló, cultura, escolaridad, desarrollo de habilidades blandas y
cognitivas. Es por ello que el manejo de estos dos conceptos, las emociones,
actitudes y acciones que desencadena de manera interna y externa por parte del
paciente, requieren de un grado elevado de especialización por parte del
terapeuta tratante.
Como se indica en párrafos anteriores, uno de
los factores que influyen en el adolescente para confrontar la pérdida y el
duelo es el desarrollo cognitivo. En resumen, podemos mencionar las tres etapas
de la adolescencia según (Gaete, 2015) relacionadas con el desarrollo
cognitivo:
·
El desarrollo
cognitivo en la adolescencia temprana, es donde surge el pensamiento
abstracto o formal, se hace uso de habilidades complejas para la toma de
decisiones, mismas que son determinantes para el desarrollo de creatividad y
desempeño académico incrementando las demandas de este para mejorar el rendimiento
escolar, en esta etapa el pensamiento es inestable y se tiende a lo que se dice
coloquialmente, soñar despierto, esto es usado para resolver problemas
cotidianos. Durante esta etapa el adolescente se encuentra en busca de su
identidad.
·
Durante la adolescencia
media, el ser humano tiene una mayor conciencia sobre sus acciones, los
riesgos que están dispuestos a correr y se encuentran en una búsqueda constante
de recompensas y/o sensaciones, se inicia el proceso de maduración del sistema
socioemocional, aun mayor que el cognitivo, sobrepasando la capacidad
regulatoria de este último; por ello los adolescentes en esta etapa son una
explosión de emociones en busca de recompensas, por ello sus acciones y
conductas son más irracionales. Sin embargo, durante esta etapa se incrementan
las habilidades relacionadas con el pensamiento abstracto y el razonamiento.
·
En la adolescencia
tardía, se cuenta con un pensamiento abstracto firme, contemplando también
la calidad de la experiencia escolar para que el sujeto pueda alcanzar el
pensamiento hipotético-deductivo característico de un ser humano adulto,
desarrolla la habilidad de causa efecto e incrementa su habilidad para la
solución de problemas.
Adolescencia y el duelo
Para un adolescente el manejo y comprensión de
la muerte o pérdida es similar a la percepción y actuar de un adulto; no
olvidemos que, durante su crecimiento y desarrollo de habilidades para la vida,
el ser humano de manera constante es condicionado por su primer círculo “núcleo
familiar”, el medio ambiente y el entorno social donde se desenvuelve.
Las acciones y reacciones son las mismas que
un adulto, sin embargo, sus emociones se viven con una mayor intensidad; por
ello y al ser una etapa de transición e independencia, esta etapa está marcada
por la generación constante de conflictos con sus figuras de autoridad, en este
caso, sus padres. Durante esta etapa se fantasea con la muerte propia y de sus
seres queridos e incluso se llega a considerar la idea del suicidio como salida
del sufrimiento que genera una pérdida (Artraz, 2017).
En esta etapa por lo regular existe el temor
de expresar el dolor que sienten por miedo a ser interpretado como debilidad,
por lo cual el adolescente aparentaría renunciar a su duelo, pero esto no es
así. Ante la muerte de un ser querido maximizará las cualidades que tenía este
y dejará a tras la parte de su personalidad y trato que no le resultaban tan
agradables (Artraz, 2017).
El duelo podríamos considerarlo como la
respuesta automática que tiene el organismo a cualquier cambio ambiental,
externo o interno, el cual prepara al ser humano para confrontar la
consecuencia de una situación. Ante un evento de pérdida, se genera angustia y
estrés, influido claro está, por la percepción que se tenga del evento. Por ello
se supondrá una activación de procesos internos fisiológicos, orgánicos y
cognitivos que prepararan al organismo para una actividad motora intensa (Fuillem,
2019).
El en aspecto físico un adolescente
puede presentar cambios bruscos de peso, esto se genera ya que después del
golpe emocional que sufre el individuo, se genera un desajuste fisiológico o
simplemente comer en exceso por la ansiedad generada ya que el comer actúa como
un regulador de la emoción que vive el adolescente. También se presentan
dolencias no específicas como agotamiento, tensión muscular, dolor de cabeza,
complicaciones gástricas; también los ataques de pánico podrían generar
somatización grave, generando mareos y otras afectaciones a órganos, como por
ejemplo enfermedades relacionadas con el corazón (Pastor, 2019)
A nivel cognitivo pueden presentarse
afectaciones y cambios en habilidades cognitivas, afectando el día a día en el
rendimiento y convivencia de los adolescentes, presentando en algunos casos
desorientación durante las primeras semanas posteriores a la pérdida el mundo no
le parece real. El adolescente comienza a postergar sus obligaciones, al
enfocarse en el evento de pérdida se agota mentalmente y olvida sus
obligaciones, divaga, pierde concentración y no se enfoca en soluciones lógicas
a los eventos que se presentan de manera cotidiana (Pérez, 2019).
Las afectaciones y cambios socioemocionales,
se presentan dadas las características del evento y de la magnitud de emociones
que el adolescente experimenta durante el proceso; el adolescente suele
sentirse confundido por el dolor que siente. Su trato con las personas que le
rodean puede tornarse errático y explosivo. El enojo manifestado a través de la
rabia puede proyectarse en supuestos culpables como Dios, la vida, familiares
cercanos o amigos. La culpa, la tristeza y el anhelo pueden generar conductas
antisociales, aislamiento y apatía por la convivencia en círculos sociales
(Pérez, 2019).
Comparto el siguiente mapa donde de
manera general se plasma lo antes dicho:
Fuentes de consulta
1. Allen,B & Waterman, H. (mayo 21, 2019).
Etapas de la adolescencia. agosto 24, 2019, de American Academy of Pediatrics
Sitio web: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/teen/Paginas/Stages-of-Adolescence.aspx
2. Gaete, V. (diciembre, 2015). Desarrollo
psicosocial del adolescente. agosto 24, 2019, de Scielo Sitio web: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0370-41062015000600010&script=sci_arttext&tlng=en
3. Artraz,B ; Sierra, E; González,F; García,J;
Blanco, V & Landa, V. (2017). Guía sobre el duelo en la infancia y la
adolescencia. agosto 24, 2019, de Colegio de médicos de bizkania Sitio web: http://www.sepypna.com/documentos/Gu%C3%ADa-sobre-el-duelo-en-la-infancia-y-en-la-adolescencia-1.pdf#targetText=Cuando%20nos%20referimos%20a%20duelos,de%20alguien%20o%20algo%20significativo.&targetText=La%20separaci%C3%B3n%20de%20los%20padres,muerte%20de%20un%20ser%20querido
4. Fuillem,V; Romero,R & Ramírez,O. (agosto
25, 2019). MANIFESTACIONES DEL DUELO. agosto 25, 2019, de Sociedad Española de
Oncología Médica Sitio web: http://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/sociosyprofs/documentacion/manuales/duelo/duelo08.pdf
5. Pastor, P. (agosto 25, 2019). Trastornos
físicos durante el proceso de duelo. agosto 25, 2019, de Fundación Mario
Losantos del Campo Sitio web: https://www.fundacionmlc.org/trastornos-fisicos-duelo/
6. Pérez, Efraín. (agosto 25, 2019). Síntomas
físicos, emocionales y cognitivos del duelo. agosto 25, 2019, de Comunidad
Discapacidad Motriz Sitio web: https://discapacidadmotriz.org/los-sintomas-del-duelo/
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